MERMELADA DE MORAS
Mermelada de moras
2001
―La Ronda de Boltaña―
(Del Álbum “País de anochecida”)
Gatos trasnochadores
cortejan bajo el balcón.
Canarios de las Ramblas,
y un geranio sin flor.
Bailando calle abajo
la noche al fin se marchó…
¿Dónde vas, parrandera?,
si “El Molino” cerró.
“Canción de mañanada”:
Serrat en un transistor,
y un coro de vecinas
en el patio interior.
“Canción de mañanada”;
¡Que lejos queda Aragón!...
Casa mía entre barzas,
¿cómo te olvido yo?...
Mañanita de domingo,
como en casa del mayor;
se irán luego a ver al Barça,
y yo con la nieta al zoo.
Mañanita de San Jorge,
triste sin libro ni flor:
cuando pierde a la princesa,
¿para que vive el dragón?
No lo sé, pero vive,
lo mismo que vivo yo,
hasta que un santo bruto
nos clave su lanzón.
Vive en su fría cueva
rumiando lo que perdió:
mermelada de moras,
los recuerdos de amor.
Moras del Pirineo
donde nacimos los dos;
a ella le echó un pantano,
yo quise algo mejor.
Rueda que rueda el mundo,
con el rodando ella y yo,
en este piso oscuro
el rodar terminó.
Ojos como moras negras
en la noche de San Juan,
un entoldado de estrellas
sobre la calle Rosal.
Giró el mundo en su verbena,
y giramos sin pensar,
que con cada giro el baile,
se acercaba a su final.
Mi viejo Pueblo Seco,
-donde viví moriré…-
sin perder lo que era
me hizo barcelonés.
Y ahora, uno de mis nietos
va a cursos de aragonés,
anda soplando gaitas…
y pretende volver.
Quiere hacerme de la Chunta,
-…¡si soy de la C.N.T.!-;
me trae las “Fuellas”, el “Rolde”
y “El Cruzado Aragonés”.
¡La de vueltas que da el mundo!
¡si ella lo pudiera ver!...
El camino que unos hacen
otros lo han de deshacer.
Como cada Septiembre
desde que ella no está,
subiré a nuestro valle
…si me quieren llevar.
Junto a la casa hundida,
-por ella y por tantos más-,
¡le escupiré al pantano!,
…y lo haré sin llorar.
Despacio, entre las ruinas,
cosecharé en el barzal
moras como sus ojos,
dulces hasta rabiar.
No es raro que mi hija
me las quiera racionar:
-“Padre, esa mermelada
con su azúcar va mal”.
-… ¡Si supieras que al comerla
vuelvo a ver la casa en pie,
y en los labios de tu madre
una gotita de miel.
¡Ojala! vivas bastante
para descubrir por qué,
mientras unto mermelada
tú eres mi niña otra vez.
…que el recuerdo vuelve tierno
hasta el pan duro de ayer.